El Edificio

El edificio está ubicado donde se encontraba la casa número 8 de la Plaça d’Octavià, la cual perteneció a D. Tomàs Català, botero de profesión, y a su casa se la conocía como "Cal Boter Negre".

Está formado por 6 espaciosas y luminosas viviendas, siendo las 3 viviendas de la segunda planta con bajocubierta, con unas fantásticas terrazas. El edificio dispone de 7 plazas de parking y 6 trasteros.

Se trata de una construcción que busca una completa integración en su ubicación, diseñada para preservar el espíritu tradicional del centro de Sant Cugat. Para ello se han recuperado elementos y reinterpretado materiales del edificio anterior.

Concebido con la filosofía del respeto al medioambiente y la eficiencia energética, el edificio dispondrá del certificado BREEAM, el cual distingue a los edificios comprometidos con el medioambiente, tanto en el proceso de construcción como en su funcionamiento como hogares sostenibles.
Fachada principal
1/9

Sostenibilidad y Medioambiente

En su concepción, el edificio está diseñado a partir de una serie de requisitos certificados con el sello BREEAM® ES, Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology.

En fase de diseño el proyecto analiza 9 categorías del Manual Técnico de BREEAM® ES, con el objetivo de conseguir una construcción más sostenible y respetuosa con el medioambiente: gestión, salud y bienestar, energia, transporte, agua, materiales, residuos, uso del suelo y ecología.
  • Mejoras de ahorro energético y agua (altos niveles de eficiencia energética de las instalaciones, incluyendo fuentes de energía renovables, luminarias y sistemas de transporte eficientes).
  • Mejoras en la calidad de vida de los ocupantes de las viviendas gracias a la utilización de materiales de bajo impacto ambiental y con bajos niveles de emisiones tóxicas para un entorno saludable y una óptima calidad del aire interior.

Recuperación de elementos históricos

La recuperación y reinterpretación de materiales del edificio existente vincula al nuevo edificio, aún más, con la historia de la ciudad, su artesanía y su industria. Entre los elementos antiguos que se preservarán y se reutilizarán, encontraremos:
  • Cinco modelos distintos de pavimentos hidráulicos de los que al menos 4 se recuperarán para las zonas comunes de paso.
  • Los balaustres cerámicos, sin visibilidad en el antiguo edificio de Cal Boter Negre, se recuperan en la fachada principal del nuevo edificio. Estas piezas de barro fueron producidas por Cerámicas Arpí, industria ceramista nacida y arraigada en Sant Cugat, de las que encontramos muchas piezas en la Casa Museo Cal Gerrer en la misma Plaça d'Octavià.
  • Los respiraderos de piedra artificial de la cámara de aire de cubierta, así como tres ménsulas, se recuperan a modo decorativo en la fachada que da a la Plaça d’Octavià.
  • Dos grandes puertas exteriores de madera.