Descubre
Sant Cugat
Una ciudad que mantiene el espíritu tradicional de aquella pequeña población agrícola y de veraneo que se ha convertido en una ciudad acogedora y diversa con un modelo basado en la sostenibilidad social, cultural, económica y medioambiental.
Está en constante contacto con la naturaleza, con numerosas y amplias zonas verdes y a los pies del parque urbano más grande de Catalunya, la sierra de Collserola, con una superficie de aproximadamente 11.000 hectáreas.
Para inspirarse. Para desconectar.
Plaça d’Octavià,
los origenes
de toda
una ciudad
Todo en Sant Cugat parece que gire alrededor de la Plaça d’Octavià. Las calles del centro urbano, empapadas de historia y tradición, confluyen hacia ella con sus múltiples comercios, bares y restaurantes. Un centro vivo en el que el paso del tiempo tiene un cariz especial, más sosegado, más abierto a pasear y a disfrutar del entorno y de sus gentes.
Una ubicación inmejorable
Una ciudad con
Historia
En el siglo I d. C. empieza la ocupación de un cerro en la llanura del Vallés, en el que se cruzaba la Vía Augusta procedente de Roma en su camino de norte a sur de la península, con una importante vía comercial que unía Barcino (Barcelona) con Egara (Terrassa).
Hacia el siglo IV se construyó una fortaleza, la Castrum Octavianum, como punto estratégico de control de paso y de protección de las colonias agrícolas de la zona.
Fue en ese mismo enclave donde se estableció la primera comunidad monástica en el s. VII, aunque no fue hasta el s. IX, tras las invasiones visigoda y musulmana, cuando se inició la construcción del Monasterio de Sant Cugat. En 1835 los últimos monjes abandonaron el Monasterio, poniendo fin a mil años de vida monástica.
Sant Cugat
hoy
Sant Cugat ha experimentado una expansión urbanística ordenada y muy equilibrada que la ha llevado a convertirse en una ciudad privilegiada con una oferta de calidad de vida envidiable. Su ubicación sigue siendo tan estratégica como en la época de los romanos, con excelentes comunicaciones tanto con Barcelona por tren y carretera, como con el resto de su entorno gracias a sus accesos directos a las autopistas AP7 y C16.
La ciudad ha sabido integrarse con el entorno que la rodea, dejando que la naturaleza se extienda por sus parques y espacios abiertos urbanos, y complementándola con modernas y variadas instalaciones municipales, culturales y deportivas de gran calidad.
El atractivo de su ubicación y de calidad de vida ha propiciado un importante desarrollo de la actividad económica de la ciudad y de su oferta educativa. Actualmente, cuenta con diversos polígonos industriales y zonas de actividad económica que albergan la sede de importantes multinacionales y de empresas de todo tipo de sectores de actividad, así como escuelas privadas y concertadas de prestigio, universidades y escuelas de negocios e instituciones dedicadas a la enseñanza superior.
Sant Cugat ha crecido, se ha nutrido de su historia, de su gente y de su entorno, y ofrece una extensa y variada oferta comercial, cultural y gastronómica. Es una ciudad para vivirla, para disfrutarla, cerca de todo y de todos, que ha sabido cuidarse a sí misma y a sus habitantes para convertirla en un lugar único.